Mi perfil Vaginal...y el Santo Grial...

Una amiga me contó que en pleno acto sexual su novio acostumbra a quedarse  mirando fijamente su vagina como si contemplara una aparición del más allá. Mi primera reacción fue, “bueno, eso es normal, los hombres son criaturas visuales”. Y claro, fue normal hasta que me sucedió a mi. Ahí estaba yo, siendo examinada por un hombre
el cual no era mi ginecólogo. 

De repente ya no me parecía tan normal y la mujer liberal dentro de mi se lleno de pudor. No es mi lado más atractivo y él me tenia que advertir  de su preferencia por escenarios salvajes. Presentar nuestros mejores atributos siempre le hace bien al ego, pero como ya dije no estaba preparada para ese tipo de inspección. Una hora frente al espejo saturando mi rostro de maquillaje y arreglando mi pelo para terminar despeinada y con toda su atención centrada en  mi Vagina. 

Antes de mi encuentro con el “mirón” siempre consideré la estética vaginal como un proceso tonto y sin sentido. Al menos que se pertenezca a una comunidad nudista, la industria pornografía o algo por estilo,  se me hacía difícil imaginar  otras formas de ir  por ahí presumiendo una “vagina hermosa e impecable”.

En una clase de “psicología de la mujer” una profesora sugirió a todas sus alumnas que tomáramos un espejo y nos miráramos por unos minutos “ahí abajo”. Esto me hizo dar cuenta de lo poco familiarizada que estan las mujeres con sus vaginas . 

Muchos siglos de dominación patriarcal han profanado lo sagrado en la mujer. Cientos de miles de años atrás la veneración a la vulva y su bonito diseño era algo normal. “Yoni”, que significa “origen o lugar sagrado”  era el nombre que se le daba a los genitales femeninos. Antropólogos han descubierto tallados en rocas y esculturas de Diosas antiguas exponiendo sus prominentes vulvas. Estos descubrimientos se han encontrado en las ruinas de lugares sagrados como iglesias y cementerios. Dentro del esoterismo, la vagina y el útero son representados por el Santo grial. Todo esto implica que algunas culturas ancestrales estaban conectadas con la energía femenina de una manera muy diferente a la que conocemos en la actualidad.

Algunos historiadores sugieren que la veneración a la vagina despertó el miedo y el recelo de ciertas tribus, lo cual conllevo, eventualmente, a que  todo lo relacionado con la diosa fuera denigrado y reemplazado por una cultura patriarcal. 

En la actualidad la vagina se considera solamente como un objeto sexual y reproductivo, hasta tal punto que tan solo mencionar su nombre hace ruborizar a muchos. “Ahí abajo, mi parte privada, toto, el coño, etc” son solo algunos de los términos que usamos. 

Hoy en día las mujeres han olvidado todo lo sublime y sagrado que la vagina  representa. Muchas se avergüenzan de todo lo referente a esta, desde su función hasta su apariencia. En este sentido sería bueno aprender algo de los hombres, ellos siempre están orgullosos de sus penes. Siempre son los primeros en desnudarse y si la luz esta encendida... mejor!

La fuerza femenina localizada en la vagina y el útero es capaz de transmutar energía y restablecer la paz. Ya es tiempo de reconectarnos con nuestra divinidad. Las mujeres debemos re-aprender a amar, aceptar, y sentirnos cómoda con nuestra vagina, no importa como luzca o como la llamemos, siempre y cuando se haga con un sentido de respeto y apreciación. 

Regresando al tema donde me encontraba en una posición muy incomoda. . . literalmente. Ahí estaba yo con mis piernas separadas por la distancia y el amor, mientras mi Romeo disfrutaba de mi perfil vaginal.

Su rostro estaba transformado como si estuviera teniendo una experiencia mística, de seguro que la tuvo. Mientras yo seguía cohibida y avergonzada hasta  que me  di cuenta de que yo también era parte de esa magnifica experiencia o mas bien la causante. Entonces me relaje y me dispuse a disfrutar permitiendo que el pervertido venerara y apreciara mi Santo Grial ._