“. . . y todavía soltera? Seguro que algo le pasa a esa” . . . Escribiendo mi propio cuento.

“. . .Y llego un Príncipe encantado rescató a la bella  joven en apuros, la llevo a su castillo se casaron y fueron felices...”            

...Y fueron felices...?

Todos los cuentos de hadas tienen algo en común, un príncipe encantado que rescata una princesa en apuros. Crecimos con la ilusión de que algún día ese príncipe vendrá por nosotras para
rescatarnos de cualquiera que sea la situación en la que la vida (o  nuestras propias elecciones) nos hayan puesto. Desde nuestro primer encuentro con el amor, buscamos  inconscientemente  en cada hombre vestigios del príncipe encantado.

Muchas se pasan gran parte de sus vidas esperando. Otras se envuelven  sentimentalmente con la esperanza de despertar al príncipe encantado que seguramente está dormido dentro del hombre con el que estamos.

Leí por ahí  que un 80 por ciento de las mujeres casadas sabían antes de casarse que algo no andaba bien con sus parejas, pero la presión que ejerce la "sociedad zombie" es tan grande que a las damiselas  en apuros no les queda más remedio que dejarse rescatar por ogros disfrazados de príncipe. “Es mejor mal acompañada que solteronas y solas” piensan muchas.

“Treinta y tanto soltera y sin hijos … De seguro que algo le pasa a esa”  …

Piensa la mayoría acerca  de las mujeres solteras de “cierta edad”. Nunca me he dejado segar por el brillo  del diamante en mi anular izquierdo. Después de años de contemplar la piedra brillante y analizar diariamente si en realidad esa relación era lo que “yo quería” o si el miedo a la soledad era mas fuerte que mi deseo de experimentar el mundo a mi manera, decidí “seguir caminando”. Claro que no devolví el anillo. . .años probando la mercancía...!

 Después de los primeros destellos comencé a ver mas allá del brillo del diamante y empecé a evaluar mi situación. Cada vez que me imaginaba el “. . .y fueron felices para siempre” mi estomago se agitaba. “Para siempre” es demasiado tiempo, y la verdad es que me da miedo emplear esa frase en mi vocabulario. Prefiero; ahora, mientras tanto, puede ser, y la favorita de mi papa "ya veremos".

El príncipe no se convirtió en ogro . . . siguió siendo un maravilloso príncipe pero Yo ya no estaba interesada en ser rescatada. A lo mejor no era mi “príncipe” o talvez me escapé del cuento, para escribir uno mas acorde con mi naturaleza.

 Con los años vienen muchos cambios "desfavorables" en la vida de una mujer, pero esto solo es a nivel superficial,  la madurez que se alcanza con las experiencias vividas le permite a una ser mas autentica en el proceso de vivir. 

Es elección tuya si sigues en la torre y escoges a cualquier ogro solo  porque el reloj biológico y la “Sociedad zombie” te apresuran. También es elección tuya si decides escribir tu propio cuento basado en los anhelos de tu alma. 

. . .Y sí,  esta bien que beses  uno que otro sapo, lo importante es que no te quedes con ellos por miedo a la soledad o al que dirán. Diviértete besando sapos que cuando menos lo pienses aparecerá un  príncipe encantado o un sapo divertido.

. . . Y si no aparece. . .? 

Antes de sentarte a esperar o salir a buscar a un príncipe debes sanar a la “damisela en apuros” que necesita de alguien para sentirse completa.Tantos años mirando telenovelas y escuchando a nuestras madres nos han hecho creer que somos “damiselas en apuros o mercancía dañada”  lo cual  nos hace proyectarnos como mujeres desesperadas. Una mujer necesitada e insegura  es una buena carnada para atraer sapos y ahuyentar a los príncipes. Debes  encontrar la princesa que vive dentro de ti. Solo una princesa esta a la par  de un príncipe.

La buena noticia es que todas nacemos princesas, solo el hecho de nacer nos garantiza ese derecho. Cuando sabemos esto y nos ocupamos de vivir nuestra vida de acuerdo con este conocimiento nos sentimos seguras en nuestra piel. Si vivimos de esta forma cuando menos lo espera tu príncipe aparecerá y si de verdad es lo que quieres entonces tu eres la que decidirás si te quedas en el cuento.

Muchas veces es recomendable que cambies tus expectativas sobre las cualidades que debe tener  un príncipe. Algo que  todos los príncipes tienen en común es que te tratan como la Reina que eres. 

Ademas  cada cual tendrá virtudes y defectos que solo tú como monarca de tu reinado decides si aceptas. Aclarado todo  esto se vale decir que “la basura de algunas es el tesoro de otras”. . .y si, se vale reciclar.  

Yo mientras tanto me divierto besando sapos, no puedo negar que he encontrado uno que otro con cualidades de  príncipe, pero como dije cada una tiene sus preferencias.  Por ahora prefiero seguir recorriendo el bosque de la vida a solas.